Somos un grupo de profesionales dedicados a temas de infancia y estamos preocupados por el trato que reciben los niños de 0 a 4 años en el ámbito artístico y publicitario.

Nuestro propósito es hacer visible la omisión del sufrimiento infantil. Muchas formas de distrato ocurren a la vista de todos. Estas situaciones dan cuenta del modo en que el padecimiento infantil puede hacerse fácilmente invisible y ser ignorado en nuestro medio social.

La participación de niños de 0 a 4 años en escenas con alto grado de dramatismo y violencia los afecta inevitablemente, ya que un niño tan pequeño no puede aún comprender el carácter ficcional de lo que está viviendo, no puede “actuar”.

También nos preocupa el mensaje que estas escenas ficcionales trasmiten a la sociedad, ya que naturalizan el sufrimiento infantil. La omisión del niño como sujeto, la ausencia de atención ante su padecimiento y la falta de intervención son variables legitimadoras de una práctica social que no se conmueve por el sufrimiento de los más vulnerables.

Nos interesa recibir aportes de nuestros lectores: reflexiones, material audiovisual, sitios relacionados con la temática, dibujos infantiles, entre otros.

Contacto: infanciasvisibles@gmail.com

Página de Facebook: https://www.facebook.com/infanciasvisibles/

Canal de Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCcn4dzoJZq4QGwaR3sehAtQ





domingo, 3 de julio de 2016

Apoyanos firmando esta petición en change.org

PROHIBIR LA PARTICIPACIÓN DE NIÑOS EN ESCENAS DE VIOLENCIA EN EL ÁMBITO ARTÍSTICO




Somos un grupo de profesionales de diferentes campos del conocimiento, preocupados por las problemáticas de la infancia.
Observamos que en nuestra sociedad muchas formas de distrato o maltrato al niño ocurren frecuentemente y a la vista de todos. Estos hechos dan cuenta del modo en que el padecimiento infantil puede hacerse fácilmente invisible e ignorado.
La exposición de niños menores de 4 años a situaciones extrañas o violentas produce en ellos un impacto emocional que se traduce en expresiones de confusión, miedo, llanto o angustia.
En esta etapa evolutiva, un niño pequeño no puede comprender el carácter ficcional de lo que está viviendo, no puede “actuar”. No puede descentrarse de sí mismo y convertirse en un personaje o comportarse de acuerdo a un guion escrito por otro. El niño experimenta la situación como un hecho real, se identifica con el clima afectivo que expresan las personas que interactúan con él.
La indiferencia social ante el padecimiento psíquico de un niño pequeño refuerza consensos que producen y legitiman prácticas abusivas.
La Ley 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente así como la normativa que regula el Trabajo Artístico de Niñas, Niños y Adolescentes es insuficiente para operar sobre este tipo de problemática.
Considerando la definición de maltrato infantil según la Organización Mundial de la Salud, el artículo 32.1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, el artículo 9 de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, el artículo 647 primer párrafo del Código Civil y Comercial de la Nación, resulta necesario y urgente intervenir en busca de mecanismos para la prevención del sufrimiento infantil.
Firmá la petición para que
La Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, la Comisión de Población y Desarrollo Humano del Honorable Senado de la Nación y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Poder Ejecutivo Nacional, regulen la participación de niños pequeños (0 a 4 años) en el ámbito artístico y publicitario.
Invitamos a la comunidad artística y al público en general, a sumarse al debate.
Prof. Claudia Ester Gerstenhaber, Lic. Sabina Sepe, Lic. Marina Álvarez do Bomfim, Lic. María Fernanda Rojas, Lic. Bárbara Beltrán Mesa, Dra. Melina M. Ghione, Dra. Daniela L. Portino González, integrantes del Grupo de Estudio de la MAESTRÍA EN PROBLEMÁTICAS SOCIALES INFANTO JUVENILES de la Universidad de Buenos Aires, dirigida por la Dra. Nelly Minyersky.